Desde Ecuador... ser libres!!!!!!



En este día mundial de la libertad de expresión, ¡que las viejas peluconas me dejen en paz! Estoy harta de que quieran, a través de los medios de comunicación, imponerme su modelo de “mamá”, bella, hacendosa, “bien vestida”, que pueda recibir en medio de lujosos muebles a los invitados, que duerma en colchones a prueba de bacterias, que haga deporte con sofisticadas máquinas en el “confort” de mi hogar y disfrazada de campeona de las Olimpiadas, o que luzca ropa íntima talla anoréxica, utilice tarjeras de crédito doradas y plateadas, me llene de electrodomésticos, me comunique al instante con mis allegados por los más actualizados y costosos celulares, en fin… ¿Saben qué? ¡Achichárrense en la quinta paila!

No me interesa seguir sus consejos de corte consumista, que a más de evidenciar que estamos en el capitalismo y no en ningún socialismo, el objetivo último que persiguen es convertir, con el cuento del día de la madre, a mi familia y a mí misma en monstruos, en robots, cuyo placer más
grande sea comprar, comprar y comprar.

De otro lado, también quiero indicar a los medios de comunicación, privados y estatales, que durante la última semana, sus noticias sobre la ridícula “boda real” me han dado náuseas y vómitos, y no creo que le hayan aportado a nadie nada, ningún “valor” que no sea la náusea y el vómito. Además, pienso que si bien la Iglesia puede beatificar a quien le convenga, el bombardeo
mediático alrededor de la santidad de Juan Pablo II, no contribuyó a evitar el bombardeo real y nada santo que siguieron desplegando las grandes potencias frente a diferentes pueblos del mundo. En cuanto a la muerte de Osama, elevo una plegaria para que se terminen las guerras, las ocupaciones, las torturas. Ojalá que los poderosos que celebran la muerte hayan saciado de una vez por todas su sed de venganza y dejen de aterrorizar a la humanidad con sus armamentos, sus centrales nucleares, su contaminación, sus políticas de “seguridad”. Yo quiero celebrar la Vida, y estoy segura de que cuando ocurra la Paz, la humanidad en pleno podrá ser llamada santa.

Y por último, sobre la famosa “consulta-referéndum” (o al revés), a pocas horas de ir a las urnas resulta escandaloso que la gran mayoría de la población no conozca el contenido de las preguntas (ver datos de encuestadoras). ¿Quién o quiénes son responsables de esto?... “¿Seré yo, Señor?” preguntaba Judas.

Por el día de la libertad de expresión reafirmo mi opción de ser libre para inventar un mundo otro, con amor, con arte, con saberes, con espiritualidad. Un mundo de Paz. Y por el día de la madre, reivindico mi derecho a ser feliz sin necesidad de parecerme a esas viejas peluconas “modelos” o no de “virtudes” que creen que para ser mujeres, para ser madres, para ser seres humanas, hay que tener cuerpos, mentes, sentimientos y vidas “tuneadas” y artificiales.

Un abrazo,

María Eugenia

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